Por Cordu | Doctor en Desarrollo Humano y Maestro en Psicología Clínica y de la Salud
Este artículo analiza el fenómeno del bullying en entornos familiares y laborales, donde las agresiones verbales y físicas son frecuentemente justificadas como muestras de cariño o confianza. A través de la revisión de literatura y estrategias terapéuticas, se propone una comprensión más profunda de estas dinámicas y se ofrecen herramientas para establecer límites saludables.
El bullying, tradicionalmente asociado al ámbito escolar, también se manifiesta en contextos familiares y laborales. Estas formas de acoso suelen ser minimizadas o justificadas bajo la premisa de la confianza o el afecto, lo que dificulta su identificación y abordaje. Es esencial reconocer estas conductas para promover entornos más respetuosos y saludables.
Definición y características del bullying en adultos:
El acoso en adultos se caracteriza por conductas repetitivas que buscan menoscabar la autoestima o integridad de la persona. En el ámbito laboral, puede manifestarse como apodos, bromas pesadas o toques no consentidos. En la familia, se presenta a través de comentarios despectivos o invasiones de espacio personal, muchas veces justificadas como muestras de cariño.
Frases comunes que perpetúan el acoso:
Expresiones como «relájate, es una broma» o «si no aguantas, no cabes» son utilizadas para invalidar las emociones de la víctima y perpetuar el acoso. Estas frases buscan silenciar a la persona afectada y normalizar conductas abusivas.
Impacto psicológico del bullying disfrazado de afecto:
Las víctimas de este tipo de acoso pueden experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima y estrés crónico. El constante menosprecio y la invalidación de sus emociones afectan su bienestar emocional y físico.
Estrategias para establecer límites saludables:
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Humor serio: Responder con frases como «prefiero que no me digas así» para marcar límites sin confrontación directa.
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Técnica del espejo: Reflejar la conducta del agresor diciendo, por ejemplo, «entiendo que para ti sea una broma, pero para mí no lo es».
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Disco rayado: Repetir de manera firme y calmada que ciertos comentarios o conductas no son aceptables.
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Establecer límites desde el inicio: Comunicar claramente las preferencias personales respecto al trato y la interacción.
Importancia de la intervención terapéutica:
Buscar apoyo profesional puede ser fundamental para desarrollar habilidades de afrontamiento, fortalecer la autoestima y aprender a establecer límites efectivos. La terapia proporciona un espacio seguro para procesar experiencias de acoso y diseñar estrategias personalizadas.
El bullying disfrazado de afecto es una forma insidiosa de acoso que puede tener consecuencias significativas en la salud mental y emocional de las personas. Reconocer estas conductas y establecer límites claros es esencial para promover relaciones basadas en el respeto y la empatía. La intervención terapéutica y el desarrollo de habilidades de comunicación asertiva son herramientas clave en este proceso.
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